La ortodoncia con brackets es una alternativa de tratamiento consolidada y altamente efectiva para corregir una amplia variedad de problemas dentales.

Aparatología fija:

Una de las principales características de los brackets es que son aparatos fijos que se adhieren directamente a los dientes. Esto significa que están trabajando de manera constante las 24 horas del día, ejerciendo una presión continua y controlada para mover los dientes a la posición deseada. Una vez cementados, no se pueden quitar por el paciente.

Tratamiento para cualquier maloclusión:

Los brackets son extremadamente versátiles y pueden corregir casi cualquier tipo de problema de maloclusión o desalineación dental. Son una solución eficaz para:

  • Apiñamiento: Dientes amontonados.

  • Espacios interdentales: Dientes separados.

  • Mordida cruzada: Cuando los dientes superiores no encajan correctamente con los inferiores.

  • Sobremordida: Los dientes superiores cubren excesivamente a los inferiores.

  • Y otras complejidades que requieren movimientos dentales precisos y controlados.

Requiere adaptación y cuidado de la higiene:

Al ser un aparato fijo, el paciente debe adaptar su rutina diaria.

Higiene oral: Es fundamental una higiene muy meticulosa. Los brackets y arcos pueden retener partículas de alimentos y placa, por lo que se requiere el uso de cepillos especiales (interdentales, cepillos de ortodoncia) e hilo dental específico para limpiar alrededor de los aparatos y prevenir la acumulación de placa, caries y gingivitis.

Restricciones alimentarias: Para evitar daños en los brackets o alambres, se recomienda evitar alimentos duros, pegajosos o muy crujientes (ej. chicle, caramelos duros, frutos secos, palomitas de maíz). Se aconseja cortar los alimentos en trozos pequeños.

Visitas regulares al ortodoncista

Durante el tratamiento, el paciente debe acudir a citas de revisión y ajuste con el ortodoncista, generalmente cada 4 a 8 semanas. En estas visitas, se ajustan los arcos, se cambian las ligaduras o se realizan los cambios necesarios para asegurar que los dientes se muevan según lo planificado.

Duración del Tratamiento

La duración de un tratamiento con brackets es muy variable y depende de la complejidad del caso individual, la edad del paciente y su colaboración. En promedio, puede oscilar entre los 18 y los 36 meses, aunque algunos casos sencillos pueden resolverse en menos tiempo y otros muy complejos pueden requerir un periodo más largo.

Fase de Retención Post-Tratamiento

Una vez finalizada la fase activa y retirados los brackets, es esencial una fase de retención. Se utilizan retenedores (fijos, removibles o ambos) para estabilizar los dientes en su nueva posición y evitar que regresen a su alineación original. Esta fase es tan importante como la activa para asegurar la estabilidad de los resultados a largo plazo.